viernes, 18 de marzo de 2011

Cosas de familia


Blue Bloods es una serie que me atrajo desde que se anunció su estreno por dos razones fundamentales: se presentaba como una serie policiaca a la antigua usanza, con menos científicos y más policías de verdad, y tenía como protagonista a Tom Selleck. La última de estas razones tendría más lógica si hubiese seguido en su momento Magnum P.I., pero mi generación no estaba ni programada cuando esta serie se emitía. Yo viví la época en que Selleck fue Richard en Friends, tan adorable y tan odiado por Chandler a la vez.
Las dos razones por las que me guié resultaron ser algunas de las mejores bazas con las que cuenta la serie ahora mismo. Desde luego que es la fórmula de la CBS otra vez copiada en su enésimo procedimental, pero al menos vuelve a los inicios de esta corriente. Una corriente que existía mucho antes de que Grissom y compañía apareciesen, aunque en ocasiones se nos olvide.

En esta serie de una familia de policías de Nueva York tan orgullosos de serlo, los episodios se centran en la investigación, pero siempre están presentes en la vida de los protagonistas. Cada vez que la familia se reúne hay un caso que es discutido entre todos, aportando diferentes puntos de vista dependiendo de la generación y a la rama de la justicia a la que cada uno pertenezca.

Esto siempre es algo interesante de ver, aunque muchas veces echo en falta que se muestren más las relaciones familiares que los unen. En ocasiones, menos casos y más conversación personal se agradecería. Tampoco digo que haya que llegar al extremo de Brothers&Sisters, pero quizá el punto débil de la serie sea esa perfección con la que se nos quiere mostrar a los personajes. No me los creo, aunque me gusten los roles que desarrollan dentro de la familia. El abuelo de la vieja escuela, la hija fiscal que sigue las reglas al pie de la letra, el hijo que en ocasiones cruza la línea en los casos… Todos ellos tienen algo que los hace diferentes, pero al final todos son “ejemplos a seguir” y eso no me huele bien.

Pero si estas son algunas de las sombras de la serie, tiene otras muchas luces destacables. Dos elementos que a veces pasan desapercibidos y que a mí me encantan son la manera en que la serie muestra la ciudad de Nueva York y la compañera de Danny. La primera está a la altura de series como White Collar o Castle. Aquí todo se desarrolla en un Nueva York un poco más oscuro, pero con el mismo encanto. La otra delicia es Jackie, esa compañera que hace que uno de los mejores personajes de la serie, como es Danny, crezca aún más en cada interacción entre los dos. La réplica que le da en cada capítulo le ha permitido convertirse en personaje regular, algo que me entusiasma al verla capítulo a capítulo.

Aun así, como en esta serie siempre hay una de cal y otra de arena, si seguimos profundizando encontramos algo bastante negativo en el desarrollo de la temporada: esa trama de fondo con el hermano muerto y la “secta policial”. Nos la han presentado tan tímidamente que en ocasiones se vuelve confusa, pero es que tampoco me importa porque han conseguido que no me interese. Si querían fidelizar audiencia con ella, no es que hayan elegido bien ni el fondo ni la forma. Tampoco es que lo necesiten con los datos que están haciendo, por mucho que las demos no sean las más deseables. Aun así es una pena que hayan maltratado algo que podía haber hecho a la serie diferente.

En cualquier caso, los elementos positivos siguen teniendo más peso en la balanza que los negativos. Y mientras esto siga así, yo también seguiré delante del televisor disfrutando de esta peculiar familia.

2 comentarios:

satrian dijo...

Ahora he podido entrar que el Google Reader estaba caprichoso.
Es cierto que están dejando demasiado de lado la trama de la oscura organización dentro de la policía y la muerte del hermano, pero como el resto de la serie funciona bastante bien, no me quejo, está muy bien hecha, los personajes evolucionan e interactuan muy bien por lo que no parece que se estanque en ningún momento, un procedimental bastante recomendable.

Mary-Kate dijo...

Desde luego que no se echa de menos. Pero a mí me da penita que no se aproveche, porque podría sentarle muy bien a la serie. En cualquier caso, estoy muy de acuerdo contigo, se trata de un procedimental bastante recomendable.

Publicar un comentario